En los bosques que rodean la pequeña ciudad de Valle de Bravo, a unos kilómetros de la Ciudad de México, se encuentra una casa que se prácticamente mimetiza con su entorno ofreciendo a sus habitantes una calidad de vida bastante excepcional. El diseño moderno y la funcionalidad rompe con los esquemas tradicionales de lo que creemos podría ser una casa de campo en el bosque.
Concebida por el despacho de arquitectos Broissin, la casa Irekua Anatani es el símbolo de una nueva arquitectura enfocada en una mejor comprensión de la naturaleza que nos rodea. El nombre viene de la lengua indígena de esa zona y significa literalmente "casa familiar" (Irekua) "abajo del árbol" (Anatani). Para los arquitectos el reto fue construir la casa tratando limitar al máximo el impacto sobre el bosque que la rodea. El resultado final es un perfecto ejemplo de cómo podemos construir una casa hermosa y sumamente funcional con una filosofía muy respetuosa del medio ambiente.
La casa usa una pendiente natural del terreno que le permite tener 3 pisos escalonados. Cabe recalcar el techo que se convierte en un hermoso jardín de plantas típicas de la zona y que esconde de cierta manera la estructura de la casa a primea vista. Los materiales utilizados con básicamente concreto, madera y mucho vidrio que permite al sol entrar por las tardes y calentar la zona de los dormitorios y los baños.
La distribución de los espacios le da mucha fluidez a toda la casa que parece por momentos desaparecer entre los árboles para dejarnos disfrutar del espectáculo de la naturaleza libre de ataduras. En los pisos inferiores se encuentran ubicados los dormitorios así como terrazas mientras que la piscina está en el segundo nivel que le permite ofrecer una insuperable vista al bosque.
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