Año 2045. Esa es la fecha mágica en la que si todo sale según lo previsto,se inaugurará en Tokio la Sky Mile Tower, el rascacielos más alto del mundo con sus 1.700 metros de altura. Pero este nuevo desafío arquitectónico que se levantará en la bahía de la capital japonesa es mucho más que un simple rascacielos.
De hecho, forma parte de un macroproyecto ecológico al que han bautizado Next Tokio, y que está llamado a convertirse en un distrito residencial pensado para luchar contra los efectos adversos del cambio climático.
Este nuevo distrito residencial estará construido en un archipiélago artificial compuesto por una barrera de islas artificiales hexagonales que puedan hacer frente al aumento del nivel del mar, a las mareas o al riesgo de tifones. El que será el rascacielos más alto del mundo será el eje central de esta miniciudad en la que está previsto que vivan unas 500.000 personas.
El rascacielos será levantado por Kohn Pedersen Fox y Leslie E. Robertson Associates, y en su interior, además de viviendas, abrirán sus puertas hoteles, restaurantes, centros comerciales, gimnasios, bibliotecas o centros de salud para atender a los residentes. Y para comunicarse, este nuevo edificio contará con ascensores que se desplazarán tanto en el plano vertical como en el horizontal. Un nuevo hito de la arquitectura, que si todo va bien, podremos conocer dentro de 29 años.
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