Nos encantan los alojamiento turísticos con sabor. Creados a conciencia y al detalle para ofrecer espacios en los que desconectar y disfrutar del ambiente. Espacios como los que podemos encontrar en Villa Zoé, un encantador hotel situado en una aldea de Creta.
Este hotel es el fruto del sueño de dos trotamundos que quisieron iniciar un proyecto turístico restaurando dos antiguas casas de las Cícladas dotándolas de un estilo minimalista con toques étnicos lleno de recuerdos de los viajes de sus propietarios.
Entre las piezas que podemos encontrar en este hotel de tan solo cinco habitaciones, destacan por ejemplo unas lámparas de madera traídas desde Myanmar, unas conchas del Mar de la China Meridional unos coloridos cojines de Perú, placas de plata de Marrakech o unos elefanes de piedra hechos a mano en Botswana.
Estos objetos, junto a muebles rústicos en madera y el blanco tan tradicional en las islas griegas, la dan a este hotel un encantador punto que nos hace respirar la tradición de este rincón del Mediterráneo, pero sin las estridencias de querer mezclar estilos y objetos inconexos de otros lugares del mundo que hemos podido ver en otros hoteles.
Un hotel al que querríamos escaparnos ya para disfrutar de él y de la paz que transmite, ¿verdad?
Más información | Villa Zoé
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