En un lugar indeterminado junto al mediterráno se encuentra esta gran casa de 350 m2 con 3000 m2 de jardín. A pesar de su gran tamaño, sus espacios conectados y su decoración traquila y homogénea consigue transmitir una unidad espacial que invita a disfrutar de todos los espacios.
Una casa reinan los blancos, los verdes y los tonos arenas y su buen diseño se debe al trabajo de la interiorista Susana Cotts.