Este dúplex en el pirineo catalán es la segunda residencia de una familia que disfruta de la casa todo el año. Por eso sus propietarios querían aprovechar al máximo su espacio y que su interior fuese cálido y confortable pero sin caer en la estética "cabaña" asociada a esta zona y que consiste en un exceso de maderas y textiles en tonos oscuros.
El confort y la calidez del dúplex lo ha conseguido la interiorista Pía Capdevila, a quien encargaron su reforma, gracias a la cuidada selección de piezas de maderas naturales repartidas por la casa que destacan sobre una base neutra, en tonos piedras y grises que caracterizan el trabajo de la interiorista.
El dúplex cuenta además con una tercer piso abuhardillado que se ha diseñado con especial mimo para que duerman y jueguen la tres hijas de la familia.
Planta baja salón cocina y comedor
La distribución de la vivienda es la clásica, con una la planta baja en la que se ubica la zona de día, con una cocina, un salón comedor y un pequeño aseo de cortesía.
Originalmente la cocina estaba abierta al salón-comedor pero como una de las premisas de los propietarios era ganar algo más de espacio, se decidió integrar el espacio del antiguo garaje a la vivienda (que se encontraba en la misma cota que el resto de la casa) y se ubicó en él la nueva cocina.
Esto permitió tener más espacio en la planta baja para aumentar el espacio de almacenamiento, añadir un pequeño aseo de cortesía y convertir la zona de estar en un espacio más amplio y cómodo para la familia.
Ahora la cocina se sitúa en el antiguo garaje que disfruta de la luz natural de una de las ventanas del antiguo garaje.
En la pared que comunica con el salón comedor, se abrió una pequeña ventana que permite que la luz del salón entre en la cocina. En la cocina se trabajó con la misma paleta de grises que en el resto de la casa suavizándolo con un papel de rayas en color piedra y con madera natural en el mobiliario de la zona del office.
Para conseguir un orden visual a nivel estético en la misma planta, este mismo papel de rayas se repite en el aseo de cortesía.
Una de las características de esta reforma es que se usaron los mismos materiales en diferentes estancias pero trabajados con distintos acabados.
En el salón y el comedor está presidido por una chimenea de leña de aluminio negro.
Detalle de la zona de estar con vistas a la entrada donde destaca un gran armario, diseño de la interiorista, como todas las zonas de almacenaje de la casa con tiradores de cuero.
Primera planta con la habitación principal y dos cuartos de invitados
La planta primera, donde originalmente estaban todos los dormitorios se modificó un poco en cuanto a la distribución, pasando de cuatro dormitorios a tres.
El objetivo de unir los dos dormitorios fue ampliar el principal para así poder integrarle un pequeño vestidor y hacer un baño nuevo algo más amplio.
El vestidor, que se comunica directamente con el baño sin puertas, disfruta de luz natural ya que está ubicado en el espacio del dormitorio original anexado al principal.
Los tonos grises en distinta gama son de nuevo los protagonistas del dormitorio principal.
Sobre la cama con ropa blanca, los cojines y la manta de punto aportan distintas texturas y dinamismo a la habitación.
Los otros dos dormitorios dobles de esta planta y el baño se han mantenido en la misma ubicación pero reformados para destinarlos a cuartos de invitados.
La buhardilla es el espacio reservado a las tres hijas de la familia
Para que no les faltara de nada a las niñas se integró un nuevo baño en la boardilla y, aprovechando los dos niveles que tiene este espacio, el dormitorio se dividió en tres zonas: una para dormir con tres camas, otra para descansar a modo de pequeño rincón como sala de estar infantil y una tercera zona para jugar en la que se diseñó mobiliario a medida con mucho espacio para almacenaje.
De base se usó la misma paleta de grises que en el resto de la casa pero con detalles en rosas empolvados. En el baño se usó una base de microcemento gris con los techos pintados en los mismo grises que toda la vivienda.
El baño de la buhardilla de microcemento, aprovecha la altura del techo para colocar la ducha y en la zona de techo más bajo se encuentra el inodoro. El espacio de almacenaje bajo el lavabo sobre encimera se aprovecha gracias a unos cestos de mimbre con divertidos pompones en blanco, rosas y grises; los tonos que se repiten en esta planta.
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