No todo el mundo busca que su cocina reluzca con materiales lujosos o tenga una estética muy formal porque igual no se sienten cómodos en la que se supone que es una habitación de trabajo. Buscar una estética más desenfadada o más relajada (en donde tenga cabida un poco de desorden) es algo más que simplemente una cuestión de presupuesto. Es más bien una cuestión de sensaciones.
Ahora más que nunca los materiales nobles forman parte de la cocina, el espacio más práctico de la casa, y lo hacen en parte por estética -abrir la cocina al salón hace que el aspecto de ésta gane una inusual importancia- y por una cuestión de sostenibilidad. Intentar alejarnos de los plásticos y materiales sintéticos hace que las maderas y piedras naturales vuelvan a ser protagonistas en acabados y revestimientos.