Mezclar colores, estilos y muebles viejos y diversos es complicado. De que quede un espacio bonito a tener un resultado que es un auténtico pastiche hay una línea extremadamente fina que queda desdibujada muy a menudo.
Hoy nos vamos hasta Kentucky para conocer esta ecléctica y colorida casa en la que hay muchos objetos y muebles que para mucha gente serían basura, pero que en este hogar han tenido una segunda vida para formar parte de una atmósfera de lo más especial.
De hecho, a la propietaria de esta casa que fue construida en los años 50, la mezcla y las explosiones de color no le dan miedo, creando espacios en los que igual caben piezas de época con muebles de IKEA.
Todo sea para diseñar un espacio ecléctico con zonas tan atractivas como la imagen del patio que encabeza el post, con piezas como esa mesa de centro que se encontraron en la basura y que le dio el aspecto actual al pintarla en color dorado.
O el espejo que hay sobre la chimena del salón, que también fue recuperado de la basura. El mueble en el que se apoya el televisor blanco también fue encontrado en la basura, y tras limpiarlo y pasarlo por chapa y pintura luce así de bonito.
Una casa diferente y llena de color que demuestra perfectamente que lo que para unos es basura, para otros es una forma de darle sabor a una casa repleta de recuerdos y de piezas únicas.
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