Este piso en Taiwan se ha llenado de colores y sus diseñadores se inspiraron en el extraño fenómeno del segundo arco iris, y sus colores suaves y brumosos, que buscan crear una relación íntima entre los colores y las personas. El estudio de arquitectura de Nest Space Design ha querido explorar el efecto que tienen sobre nosotros los colores, con la esperanza de abrir un diálogo sobre una la forma ideal de vida para los residentes de las viviendas urbanas.
El proyecto de este piso de 134 m2 implicó una reforma total en el que se derribaron las paredes originales para cambiar la distribución buscando espacios más amplios. El piso ahora cuenta con una zona de estar muy amplia que incluye con una zona de televisión, una singular isla de cocina (el resto de la cocina esta anexada pero separada por una puerta de cristal) y un pequeño rincón de estudio al lado de la ventana, para que los propietarios puedan trabajar allí y seguir cerca de las familias.
En este piso la amplia gama de colores pastel se combinan de forma armónica y suple de alguna forma el minimalismo que no parece tal, gracias al uso, precisamente de los colores.
Porque si un mueble incluye varios tonos (como el aparador) tiene más recorrido visual y es más dinámico que una pieza de un solo color. Además de jugar con los colores, el estudio de Nest Space Design ha conseguido en este interior un ritmo fluido con el estudiado uso de la geometría y de los volúmenes en el que se mezclan las líneas rectas y curvas.
La isla de la cocina es uno de los puntos principales que se hace eco de ese concepto. Lo normal es que una isla sea una pieza pesada y sólida pero en este proyecto eliminaron la sensación de solidez al diseñar una isla de bordes arqueados y con una estructura que se apoya en un solo pie.
La silueta arqueada genera una circulación suave acompañada de las suaves curvas de la luminaria. Al otro lado del pie hay una mueble blanco revestido de líneas onduladas o palilleria, que logra el objetivo de forma y función.
La isla da apoyo a una cocina ubicado en su hueco original que se abre al resto de la estancia a través de unas puertas de cristal de marco negro, y en ella también han apostado por el color, está vez el azul turquesa.
En el resto del salón el color y las formas se han usado a través de los materiales como las puertas rectas con carpinterías hasta el techo de una madera de tintes rosados rosados, como la madera del suelo. En todas las paredes los distintos materiales y colores se van alternado; desde el hormigón en el que se apoya la televisión, hasta el papel pintado con el que se forrado la columna junto a la isla, e incluso los azulejos de tonos de pastel en el que se apoya el sofá.
La mezcla de colores y revestimiento se reserva para la zona de día porque e el dormitorio principal se apuestan por la madera y por un espacio el recogimiento con el uso mínimo del color.
Estudio NestSpace Desing, diseñadores Jun-Cheng Yeh, Chun-Ting Yeh e Imágenes Hey!Cheese
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