Imaginemos un paisaje increíble con aguas transparentes entre acantilados coloridos y cubiertos de pinos: estamos hablando de Sa Riera, en la Costa Brava. Un lugar en el que sin duda muchos querríamos aparecer ahora en este periodo de confinamiento.
Allí, en este enclave excepcional, podemos encontrar este proyecto firmado por Denise Hamilton. Para crearlo, esta diseñadora, artista e interiorista ha ido creando un hilo creativo en el que se han mezclado aspectos como las características de las personas que lo van a utilizar, las características del entorno, la orientación al sol, o la funcionalidad del espacio.
En el caso de este proyecto, una de las variables prioritarias era optimizar las vistas al mar. Y para conseguirlo, se ha creado una vivienda como "un balcón hacia el Mediterráneo y a los Pirineos". La integración del interior con el entorno se ha conseguido con la elección del tipo y dimensiones de los ventanales.
La otra variable a considerar era que esta casa tenía que ser un punto de reunión de la familia. En este sentido, la distribución se ha definido de acuerdo con la manera que ellos acostumbran a vivir, ya sea en familia como con invitados. Y además, cada integrante encuentra su lugar preferido.
En cuanto a la ambientación de los espacios, no se trataba de encontrar los materiales de moda, ni sofisticados, ni copiar diseños que se ven en revistas. Esta vivienda con vistas es un proyecto personalizado, una casa para vivirla durante todo el año, inteligente, energéticamente eficiente, y en cuyo diseño se han tenido en cuenta también las preferencias y los hobbies de sus ocupantes, como por ejemplo el amor por el arte y la fotografía.
La cocina, abierta hacia el salón, es uno de los espacios más importantes de toda la vivienda. En este espacio, para el que se ha contado con Rekker, encontramos una isla central , un rincón para el café y el té, además de amplias zonas de almacenaje, y materiales de superficie como encimeras, revestimientos y muebles de fácil mantenimiento y limpieza.
El baño principal es otro de los lugares importantes. Con una superficie de 24 m2, se ha querido crear allí un espacio de relax. Comunicado sin puertas hacia la habitación, el baño ha sido diseñado para sentirse bien, y cuenta con una bañera y ducha que permiten disfrutar mirando al mar.
En la casa, también hay puntos destacados como la zona de bodega, una sala de cine, la piscina, o la zona ajardinada con piscina diseñada por Philip, el marido de Denise Hamilton, mientras que de la ejecución del proyecto de paisajismo se encargó “Jardineria Solivera”.
Más información | Cocinas Rekker | Denise Hamilton
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