En la búsqueda de sitios para pasar las vacaciones, hoy nos vamos hasta Teruel. Una provincia desconocida para muchos que esconde grandes tesoros monumentales y artísticos, sin olvidarnos de las maravillas naturales que encontramos en sus comarcas.
Hoy vamos a detenernos en el Matarraña, una comarca que es conocida como la Toscana española y en la que además de un medio natural de excepción y pueblos llenos de encanto, está salpicada de hoteles en los que la excelencia, el diseño, la decoración y el mimo por los detalles son el denominador común.
Hotel Consolación (Monroyo)
El hotel Consolación es un clásico del diseño en la provincia de Teruel. Situado en Monroyo, en la comarca del Matarraña, este hotel singular obra de las arquitectas Estelas Camprubí y Eugènia Santacana fue Premio Condé Nast Traveller 2011 al 'Mejor Hotel No Urbano de España'.
El hotel está conformado por una antigua ermita del siglo XVI, y por unos cubos revestidos de madera cuperizada de pino que parece que están colgados sobre el precipio.
La Torre del Visco (Fuentespalda)
Situado en la Comarca del Matarraña, la Torre del Visco, es un Relais & Chateaux en los que es posible recuperar esos pequeños placeres de los que no podemos disfrutar el resto del año, y que en este hotel de lujo con piscina recuperan su importancia en un ambiente de ensueño.
Situado en la Comarca del Matarraña, la Torre del Visco, es un Relais & Chateaux en los que es posible recuperar esos pequeños placeres de los que no podemos disfrutar el resto del año, y que en este hotel de lujo con piscina recuperan su importancia en un ambiente de ensueño.
El hotel abrió sus puertas en 1995 en una vieja masía y en su torre del siglo XV que podéis ver en la imagen de portada del post, está rodeado de 100 hectáreas con extensos y románticos jardines con más de 50 variedades de rosas, un huerto y finca ecológica donde se cultivan las aceitunas, almendras y productos de temporada que el chef del hotel incorpora a sus creaciones.
Molí de l’Hereu (Rafales)
En la localidad de Rafales, nos encontramos otro de esos hoteles que dejan huella: el Molí de l’Hereu. Este hotel con spa y piscina está ubicado en una antigua almazara del siglo XVIII completamente restaurada.
El hotel cuenta con un maravilloso jardín de lectura y relajación, y con un restaurante en el que se puede degustar una gastronomía basada en productos de temporada, procedentes mayoritariamente de la comarca del Matarraña,
Hotel El Convent 1613 (La Fresneda)
Este hotel, uno de los más icónicos de esta comarca, se levanta bajo un viejo convento construido en 1613 que fue pasto de las desamortizaciones del siglo XIX, y que con los cambios de propietarios también cambiaron los usos, y sus piedras entraron en una espiral de decadencia y desdoro. Tras decenas de lustros, lo que antaño fueran capillas de adoración y presbiterios, se habían acabado transformando en establos y corrales, y los claustros y jardines, en huertos y cultivos.
Un antepasado de la familia lo adquirió sobre 1930, para convertir la finca en el hogar de las siguientes generaciones. Y así sucedió durante el resto del siglo XX, pasando de abuelos a padres, y de padres a hijos. Ahora, ese edificio acoge un increíble hotel que reúne todo el sabor de esta histórica comarca y que hace bandera del turismo slow de calidad.
Hotel Cresol (Calaceite)
El Cresol, galardonado con el premio Tripadvisor Traveller's choice Mejor Hotel Pequeño de España, durante 5 años consecutivos, es un pequeño y seductor hotel boutique que con tan solo seis habitaciones situado en un antiguo molino de aceite del siglo XVIII.
En una Comarca sembrada de olivos, y abriendo sus puertas en un viejo molino de aceite, la aceituna fue la fuente de inspiración para dar el nombre a cada una de ellas. Decoradas de forma diferente, y equipadas con todo tipo de detalle, mezclan diseño con la arquitectura tradicional del edificio.
Más de la costa (Valderrobres)
Este hotel con encanto de 4 estrellas se sitúa cerca de Valderrobres, la capital (y medieval) capital de la comarca del Matarraña. El edificio del Más de la Costa es una antigua masía de 1804 completamente restaurada que conserva sus elementos arquitectónicos más emblemáticos. Además, la masía se encuentra rodeada de 23 hectáreas de campos de almendros, olivos y bellos jardines con vistas únicas.
Françoise y Christian, sus propietarios, planificaron este pequeño hotel de forma totalmente respetuosa con el medio ambiente, bajo el lema slow living, slow food. Las 15 habitaciones del hotel han tomado el nombre de poetas españoles, latinoamericanos y franceses.
Font del Pas, (Beceite)
Font del Pas es un hotel sostenible situado en Beceite en un antiguo molino papelero del siglo XVIII del que salió por ejemplo el pape que el pintor aragonés Francisco de Goya Goya utilizó en el año 1816 para estampar la primera serie de grabados de la Tauromaquia.
Ese mismo agua que en tiempos hacía funcionar el molino ayuda a climatizar las habitaciones o a regar la huerta desde la que salen algunos de los productos que utilizan en su cocina. El agua también es el protagonista del jardín, con una piscina de agua salina.
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