A día de hoy, si algo caracteriza a la costa lusa, son sus interminables playas vírgenes y su abundante vegetación. Un rico ecosistema que sus habitantes siempre se han esforzado en cuidar y proteger. En 1922 Carlos Montez Champalimaud, un portugués con ascendencia francesa, se enamoró de un terreno ubicado entre Cascais y el Cabo da Roca, un emplazamiento privilegiado que durante la I Guerra Mundial sirvió como punto estratégico de vigilancia naval. Tal fue la atracción que sintió por este recóndito lugar que decidió adquirirlo y apodarlo como “Quinta da Marinha”, con la idea de forjar un futuro para su desarrollo urbanístico con dos premisas claras: la continuidad familiar y el respeto por la naturaleza. A día de hoy, la cuarta generación de esta familia, continúa trabajando en ese proyecto y llevándolo a su máxima expresión con el hotel The Oitavos 5*, el exclusivo alojamiento de elegancia informal concebido para ofrecer una experiencia de mimo, libertad y naturaleza a sus huéspedes, con los mejores productos y servicios locales.
El hotel representa el último escalón en el proyecto del desarrollo urbanístico de la familia en la zona y actualmente está gestionado por Miguel y Pureza Champalimaud como miembros de la junta directiva de The Oitavos 5*. En su política empresarial, además de velar por la protección del entorno, también mantienen una estrecha vinculación con la comunidad local, ya que todas las personas implicadas en la construcción, el diseño, el desarrollo, la gestión y el mantenimiento del hotel son profesionales, socios y proveedores autóctonos.
The Oitavos 5* abrió sus puertas en 2010 para convertirse en un exclusivo alojamiento turístico de la costa lusa. Lo que más llama la atención del hotel es su estructura, diseñada por el arquitecto portugués José Amaral-Anahory. Una simbiosis perfecta de acero y vidrio que le permite estar perfectamente integrado en el ecosistema donde que se encuentra sin competir con él. Una arquitectura de espacios diáfanos y abiertos que ofrece una gran sensación de libertad con increíbles panorámicas al océano o a los pinares que lo envuelven, permitiendo a los clientes ser testigo de los espectaculares amaneceres y atardeceres que se producen cada día.
El hotel se extiende a mucho más que el alojamiento, también dispone de Oitavos Dunes, el extenso campo de golf diseñado por Arthur Hills, considerado como uno de los 100 mejores campos de golf del mundo.Además, ha sido el primer campo de golf de Europa en recibir la certificación Audubon’s International Gold Signature Sanctuary, por su gestión sostenible basada respeto del ecosistema de las dunas naturales sobre las que se asienta.
La familia Champalimaud continúa desarrollando novedosas técnicas que permiten reducir su huella de CO2, ahorrar energía y minimizar el uso de plásticos.
Uno de los mayores atractivos del hotel es la infinity pool exterior de agua salada. Esta piscina posee un sistema de climatización que calienta el agua por medio de la energía generada por los enfriadores de los aires acondicionados de las habitaciones y de las zonas comunes. Este sistema, además de calentar el agua para proporcionar un agradable baño a los huéspedes, también supone hasta un 70% de ahorro energético en este proceso.
The Oitavos también trabaja para reducir el empleo de plástico. Desde hace varios años, en los eventos solo utilizan plástico reutilizable, no disponen de pajitas y ningún accesorio de las habitaciones (zapatillas, vasos, albornoces...) se envuelve en bolsas de plástico. A lo largo de este 2020 la familia también tiene prevista la instalación de 399 paneles fotovoltaicos con los que lograrán un autoconsumo energético de 155.158 kWh, lo que supone un 5,6% de la energía toral del hotel.
Más información | The Oitavos
No hay comentarios:
Publicar un comentario