Aunque no sé si la gente de mi generación tendremos derecho a cobrar la pensión, el soñar dónde viviremos nuestro retiro dorado sigue estando presente en mi imaginación, y en la de muchos de mis amigos. La costa andaluza, las Canarias, Ibiza, un pueblo bucólico del Pirineo...
O estas preciosas casitas que han sido diseñadas en Japón para alojar a dos señoras de avanzada edad que buscaban retirarse del mundanal ruido y vivir en plena naturaleza con todas las comodidades que podrían tener en una residencia para la tercera edad de lujo.