A pocos kilómetros del mar mallorquín se alza esta vivienda de casi 400 metros cuadrados repartidos en dos plantas. Ubicada en un área boscosa, se esconde la villa en la que hoy entramos virtualmente a buscar inspiración y que trata de integrar las últimas tendencias en interiorismo con los elementos naturales del entorno.
La residencia está construida por tres volúmenes que forman la vivienda y permiten la unión de las partes interiores de la casa con el jardín con piscina. La relación con el exterior y aprovechar la vegetación de esta zona de Mallorca ha sido uno de los objetivos principales en la construcción de la casa.