En todas las ciudades hay restaurantes clásicos en los pese a su aspecto un tanto anticuado, se come genial.Y que de repente, cierran sus puertas arrollados por nuevas propuestas gastronómicas más modernas, dejando un poco huérfanos a sus clientes.
Este, por suerte, no es el caso del Montes de Galicia. Un fantástico restaurante gallego de Madrid inaugurado en 1997 y que ha vivido una gran transformación que nos permite seguir disfrutando de sus recetas gallegas, pero en un ambiente mucho más moderno y acogedor.