Están de moda las minicasas y aún diría más, están de moda las microcasas. En contra de todo lo que mi generación ha considerado lo perfecto: casas amplias, salones luminosos, habitaciones espaciosas con vestidor y acogedoras cocinas donde charlar con los más íntimos después de una fiesta, la corriente nos arrastra a minicasas de apenas 30 metros cuadrados, donde sólo tienes que alargar el brazo al salir de la ducha para coger el café directamente en el centro de la cocina.
Son diferentes maneras de entender la vida y por supuesto de vivir.