Los restaurantes con el típico look industrial, madera clara al natural combinada con metal son muy monos, eso es así... Pero a veces apetece algo diferente, más atrevido e incluso un poco arriesgado que nos saque de la monotonía de las tendencias. En pleno corazón de Madrid, en uno de los barrios más transitados y cosmopolitas de la capital se encuentra Toy Panda, un templo de cocina cantonesa apto para los paladares más exigentes del dim sum y que sorprende a nivel decorativo.
La intención de sus creadores fue traer toda la calidad y especialización de los barrios chinos de grandes ciudades como Nueva York, San Francisco, París o Londres hasta el centro neurálgico de Madrid. Todo ello con ese toque “take away” que caracteriza este espacio en el que tanto se puede disfrutar de las propuestas gastronómicas in situ como llevarlas a casa.