En esta tarde de domingo tan gris apetece quedarse en casa viendo llover en el sofá bajo una mantita, con el ordenador y la tablet en mano, para hacernos soñar con casas llenas de encanto y trasladarnos aunque sea por unos minutos a otras latitudes.
Hoy nos vamos hasta Estocolmo, la capital sueca, para conocer este pequeño apartamento situado en un edificio de los años 40 con una característica que destaca especialmente en la vivienda: la existencia de una pared de cristal para separar ambientes.