Llevamos un tiempo intentando parar esta vida caótica que llevamos, donde no tenemos ni un segundo libre y nos sienta fatal. Hace tiempo que hay una corriente filosófica que nos invita a la Slow Life, a parar y fijarnos en o que nos rodea, a disfrutar de la vida sin presiones.
Y lo que debió ser siempre así, comienza a tener cada vez más adeptos: restaurantes, hoteles, empresas... Hoy vamos a ver el interiorismo de una cadena de hoteles experta en el mindfulness, cómo consiguen que sus clientes sientan esa slow life y así servirnos de inspiración.