El invierno también es una época perfecta para viajar. Es cierto que hay menos horas de luz, que el frío reina a sus anchas, pero también nos proporciona el placer de disfrutar de los ambientes interiores, de tardes de relax leyendo un libro tras las cristaleras que nos dejan ver cómo llueve, o disfrutar del cálido sol de medio día.
Al final, cada época del año tiene sus cosas buenas y sólo hay que saber deternerse un momento para apreciarlas. Y más, si es en lugares como Arantza Hotela, un pequeño hotel situado en plena naturaleza en el norte de Navarra, muy cerquita de la frontera francesa y entre joyas como San Sebastián, Biarritz o Pamplona. Aunque la verdad es que viendo cómo son sus habitaciones y el entorno en que se haya, poco importa estar cerca de ciudades como estas.
En este hotel de cuatro estrellas que también dispone de spa se respira paz y relax por sus cuatro costados. Las habitaciones, once en total están orientadas al oeste y con vistas al monte Izu. Son blancas, minimalistas, y en cada una de ellas hay una obra única del escultor Jose Pablo Arriaga, estando decoradas con muebles de diseño moderno y exclusivo del artista.
Además, otro rasgo distintivo de este pequeño hotel es que en cada una de las luminosas habitaciones hay una gran bañera exenta en el centro de la propia habitación para disfrutar de un buen baño mientras disfrutas del ambiente y de las vistas ¿Te imaginas tomar una copa de cava mientras lees un libro y contemplas los bosques que rodean el hotel?
Más información | Arantza Hotela
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