El arquitecto ecuatoriano Felipe Escudero recibió el encargo de su madre para construir su propia casa. Una tarea no fácil de cumplir cuando hay fuertes implicaciones emocionales. Sin embargo, Felipe encontró la inspiración en la historia que le contó: un árbol de magnolia le acompañó durante su infancia en el jardín de su casa familiar y el resultado es una casa contemporánea, minimalista y tan sencilla como impresionante.
Escudero ha diseñado esta contemporánea vivienda rodeada de naturaleza en la cima de un valle montañoso en el barrio de los Arrayanas de Puembo en Ecuador. Se trata de una vivienda minimalista de una sola planta que se organiza alrededor de un patio central en el que se encuentra un gran magnolio en recuerdo de su niñez.
La casa gira alrededor de este árbol, el elemento que articula, contiene y ordena todo el programa, tanto el área social como la privada. El patio es el núcleo central, que genera atracción a través de un elemento constructivo y estructural clave: una gran pieza de hormigón, que además de ser la cubierta de la casa, encuentra sutilmente el suelo a través de dos apoyos que surgen de forma continua, homogénea y orgánica. Este elemento también permite que la casa se sienta transparente y al mismo tiempo brinde privacidad.
La losa de hormigón que cubre toda la vivienda solo está interrumpida por el magnolio, cuya parte superior se puede ver sobresaliendo del patio central al aire libre. El techo de hormigón se sumerge para formar paredes inclinadas que encierran parcialmente el patio, al que se accede a través de grandes puertas y paredes de vidrio que van del suelo al techo.
En la Casa Magnolia también hay una gran piscina que recorre la gran terraza desde un extremo al otro, coronando todo la fachada frontal de la vivienda. La terraza, desde la que se contempla el exuberante jardín tropical, aterriza sobre la piscina infinita revestida de mosaico vítreo de ONIX, la serie Penta Vanguard Matte, en tono verde, para parecerse a un elemento más de la naturaleza.
Se trata de una gran piscina de forma rectangular que utiliza un mosaico de ONIX que recuerda la piedra balinesa de color turquesa con un exótico diseño de aspecto natural. La piscina se puede ver desde el interior del frontal de toda la vivienda y conecta de forma continua con el interior de esta. Además, el verde de la piscina se mimetiza con la naturaleza de alrededor y contrasta con el blanco rotundo de la gran losa de hormigón blanco que cubre y reviste toda la casa.
Más información | Estudio Felipe Escudero EFE y Onix
Fotos | Haley Lee
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