En los bosques que rodean la pequeña ciudad de Valle de Bravo, a unos kilómetros de la Ciudad de México, se encuentra una casa que se prácticamente mimetiza con su entorno ofreciendo a sus habitantes una calidad de vida bastante excepcional. El diseño moderno y la funcionalidad rompe con los esquemas tradicionales de lo que creemos podría ser una casa de campo en el bosque.
Concebida por el despacho de arquitectos Broissin, la casa Irekua Anatani es el símbolo de una nueva arquitectura enfocada en una mejor comprensión de la naturaleza que nos rodea. El nombre viene de la lengua indígena de esa zona y significa literalmente "casa familiar" (Irekua) "abajo del árbol" (Anatani). Para los arquitectos el reto fue construir la casa tratando limitar al máximo el impacto sobre el bosque que la rodea. El resultado final es un perfecto ejemplo de cómo podemos construir una casa hermosa y sumamente funcional con una filosofía muy respetuosa del medio ambiente.