Switch, la interesante mesa que se transforma en silla

No cabe duda de que la necesidad de tener muebles que nos permitan varios usos es cada vez mayor. Esto se hace notar en los espacios modernos más reducidos dónde no nos podemos permitir desperdiciar el menor metro cuadrado. Es con este espíritu, entre otras cosas, que la diseñadora de origen belga Ellen Ectors ha creado pata la firma Ellesco International la mesa que también es una silla llamada Switch.

El mueble es una verdadera joya de diseño moderno y a mi parecer es un perfecto ejemplo de esa tendencia de idear y producir muebles modernos, funcionales y bonitos que nos ofrezcan mucha versatilidad. El concepto es el de tener un cubo de madera en el que se encuentra una esfera que se puede separar y se convierte en silla. El encanto de Switch es que si lo volteas también se puede transformar en un sillón bastante cómodo.

Trampolín, una silla camaleónica que desafía las leyes de la estática

Si os gustan las ilusiones ópticas y los muebles que parecen desafiar a las leyes de la física esta silla os va a encantar. Se llama Trampolín y su estructura da la sensación de que el asiento y el respaldo están suspendidos, en un estado de ingravidez, casi flotando. El estudio de diseño Cuatro Cuatros han diseñado para Missana un producto muy esquemático, con un marcado contraste en sus partes verticales y horizontales, creando diagonales que transmiten al mismo tiempo funcionalidad, comodidad y ergonomía.

Además es una silla camaleónica. Su estructura neutra, sencilla, clásica, como una revisión de las sillas Bauhaus, y una gran variedad de acabados, la hacen idónea para todos los espacios. La combinación de materiales y tapizados hacen que la silla sea como un montón de “sillas diferentes”, facilitando su adaptabilidad a cualquier espacio.

Esta silla aprovecha tus movimientos nerviosos para obtener electricidad

De pequeño (y no tan pequeño) me movía mucho en las sillas del colegio. Me encantaba balancearme continuamente y ponerme sobre dos patas haciendo equilibrios imposibles mientras hacía los deberes y ante la mirada de sorpresa de los profesores. Y no era el único de la clase, éramos muchos los que teníamos esa manía o tic nervioso. ¡Cuánta energía desaprovechada!

¿Por qué? Pues porque nuestro esfuerzo no se reutilizaba para nada, algo que MOOV quiere resolver de una vez por todas aplicando las últimas tecnologías en recolección y almacenamiento energético a una silla de aspecto más o menos convencional.